viernes, 14 de noviembre de 2008

Zamkowa księga

1. el castillo

Se dice que Łomża tiene una de las mejores cervezas del centro europeo. Pero esa es una verdad parcial; una de las mentes más interesantes que he conocido, vio por primera vez la luz en las afueras de la ciudad. La profesora Nadolna permanece la mitad del tiempo en Łomża y la otra en el castillo de la cercana ciudad de Olsztyn. Esa tarde me fue a buscar a la estación de trenes, cuando llegué de mi viaje de Argentina y me ofreció quedarme en el castillo. Me reconoció de inmediato. Es fácil reconocer a un argentino en Polonia. Aún cuando ya era primavera, había algo de nieve en el área. La ví desde el avión cuando aterrizabamos, cual delicada decoración sobre las calles y edificios.
-No solemos usar este lugar para hospedar gente, pero como usted viene de la Biblioteca Nacional de Argentina, pensamos que era posible hacer una excepción. Espero que este lugar tan viejo sea lo suficientemente cómodo para alguien del nuevo mundo.-dijo la profesora Nadolna. Ella medía alrededor de un metro setenta. Con cabellos rubios y ojos celestes. Tenía una sonrisa en su rostro la mayor parte del tiempo, algo que no sospeché en nuestras previas conversaciones telefónicas y claro, tampoco en las cartas que me escribió.
-Es más que un honor para mí, sabía de este lugar por fotografías. Se lo agradezco profundamente, profesora. Nunca pensé que podría estar algna vez en un castillo. Para mí, es algo salido de un cuento. –Le dije, con algo de cortecía y mucho de honestidad. Pasamos esa tarde caminando a orillas del lago y conversando sobre mis razones de viajar a Polonia y sobre todo, a Olsztyn.
Después de muchos años, ví con mis propios ojos aquellas imágenes semi borradas de mi memoria. El castillo enorme y rojizo, la estatua de Nicolás Copérnico sosteniendo la Tierra, un arroyo (luego supe que era un lago). Todas esas imágenes estuvieron en mi cabeza desde que viviera en mi vieja casa en La Patagonia.
-Cuando yo tenía unos cinco años, solía tomar mi baño frente a una pared con una chapa de metal pulido. Me gustaba jugar ahí, mirando ese espejo. No puedo recordar con excactitud cuando fue la primera vez pero, me quedé mirando, sin pestañar y luego de un minuto, ví y sentí que mi cara cambiaba en el refejo. La superficie del metal cambió, tomó vida, empezó a mostrar colores y formas. Y esas formas eran tan normales para mí. Estaba seguro de que todos los chicos veían las mismas cosas cuando se bañaban. Después de un rato de mirar fijamente ese espejo, veía siempre, esas imágenes. Algunas veces veía personas camindando en una calle, otras veces un océano. No sentía miedo ni intranquilidad ante esto, ya que era completamente natural a mis ojos. Un día ví un bosque oscuro con muchos lobos o perros corriendo al lado mío. Otro día, una citadela de piedra esculpida en la ladera de una montaña. Y otras veces, veía un hermoso castillo, con algunos árboles alrededor. Unos días con follaje verde, otros blanco de flores. Ví al castillo desde distintos lugares y distintas horas, incluso lo dibujé varias veces en la escuela. Pero fue la estatua la vision mas perdurable. Una estatua que siempre aparacía junto al castillo.
Por esos años solía pasar la mayor parte de mi tiempo en la biblioteca de casa. En una de esas larguísimas tardes, encontré en un libro, la foto de una estatua: Nicolás Copérnico, sentado en un parque, sosteniendo al mundo. Y me dí cuenta que era tal como en mis visiones. Estuve leyendo sobre ella y encontré que era real, no parte de mi imaginación. Fue construída hace muchos años en una ciudad del norte de Polonia, llamada Olsztyn. Esa explicación significó poco para mí, entonces. Lo único que me importaba, era saber que esos sueños lúcidos tenían un lazo con la realidad. Que realmente ví, una parte del mundo.
Entonces, comencé a leer sobre este hombre. Todos sabemos lo importante que fue en la historia, nos dio una de las claves para entender quienes somos y sobre todo, donde estamos en el universo. Escribió algunas cosas que fueron únicas, y una de ellas fue una piedra básica en mi vida: “No importa si todo el mundo esta en nuestra contra, es posible que todos ellos estén equivocados y nosotros seamos los únicos acertados.”
Fue en ese año, en que Copérnico era mi referente de vida, cuando pasaba horas en mi bañera, mirando la pared metalica. Me quedaba ahí, flotando en mi océano privado, mirando las imágenes, pero más y más, eran acerca de él. Ví a Copérnico entrando y saliendo del castillo. Lo ví durmiendo en una cama de madera. Lo ví dibujando líneas en una pared a la luz de unas velas. Sus ojos se veían tan descolocados esa noche. Varias veces se apacerció leyendo un libro, creo que siempre era el mismo. Debió ser en secreto, porque se lo veía inquieto. Le hizo copias, a lo que se alcanzaba a ver como escrito en una lengua no latina. Jamás volví a ver esos caracteres. Claro, eso llamó mi atención mucho tiempo después, cuando mi atención cayó sobre ese libro y empecé a escribir sobre él.-
Sobre estos temas conversamos esa tarde con la profesora Nadolna, mientras caminabamos cerca del lago. Curiosamente, no mostró gran sorpresa cuando supo de estas visiones de mi época infantil. Me tomó algún tiempo darme cuenta de que ella también tenía un extraño pasado, pero que su humildad o temor le impedía tocar abiertamente. De esto charlamos y de varios de los hechos más importantes de la ciudad. Algunos de ellos divertidos, otros alegres y tambien tristes.
Esa noche, la profesora Nadolna me acompañó hasta una habitación gigantesca en algún lugar del castillo. Esperaba que estuviese iluminado con velas, como había visto en tantas películas, pero la vida moderna también estaba en el castillo centenario. Aun así, esa lámpara fue insuficiente para iluminar el cieloraso invisible. Tomé mi diario y comencé a tomar nota de todo lo ocurrido ese día. Algunas comparaciones me fueron inevitables. Cuando Shi-Guan Tí llegó al poder, decretó que todos los eventos anteriores a su gobierno, serian borrados. La historia de China empezaba con él. Basó su vida en crear un memoria eterna de sí mismo; hizo construir la gran muralla, ordenó crear al ejercito de terracota e investigó obstinadamente, la manera de alcanzar la inmortalidad usando todo tipo de elixires. En otro continente y alrededor del año 1350 antes de Cristo, Akenatón comenzó con cambios muy profundos en la política egipcia. Mandó a buscar a sus ejércitos que invadían los países vecinos. Estableció que todos los egipcios tuvieran acceso a la educación. Quitó muchos privilegios a la clase alta. Por supuesto, esto comenzó a crearle muchos enemigos de cuidar. Luego de su no muy clara muerte, su sobrino Tutankamon accedió al trono. Este sobrino mostró de inmediato una continuación de las politicas del tío, y así fue que tuvo una muerte temprana. Seguro, a manos de los mismos que cuartaran la vida del revolucionario Akenaton. Inmediatamente luego de esta segunda muerte, se borró el nombre de Atón de todos los lugares..o casi todos- se pretendía eliminar la existencia de esta persona de la historia. Y casi lo lograron.
Los odios o miedos intentaron borrar esos años que igualmente nos llegaron hasta nosotros. Sabemos sobre la China antigua, como también del amor de Akenatón por un dios único, el dios del amor. Quitando todos los clásicos dioses sanguinarios de Amón. Tanto Shi-Guan Tí como luego Horemherb intentaron silenciar el pasado. El Primer Emperador y el Faraón buscaron erradicar lo que temían u odiaban, y así librarse de su sombra oprimente.
En una forma similar pero con otros motivos, yo desearía borrar de mi mente y callar por siempre lo que aprendí sobre los años en que los alemanes estuvieron en estas hermosas ciudades, dejando muerte y odios. No solamente a los pobladores locales sino, como puedo dar fé, al mundo.
Escojí dejar esa parte del tiempo en el olvido. Quiero pensar que nunca sucedió. Que el mundo no perdio sesenta millones de vidas sólo por la idiosincracia de un país. No dejo de asombrarme de como estas personas viven con tanta paz con su pasado. De seguro no ocurriría lo mismo con nosotros. O tal vez lo lleven guardado mejor de lo que lo haríamos nosotros, latinos con casi nula posibilidad de disimular nuestros sentimientos.
Hoy, al rememorar esa primera noche en el castillo, la primera palabra que viene a mí es frío. Cuando estaba en la cama, escribí estos pensamientos en el diario, quizás para entenderlos mejor, o sólo para que en el futuro tuviera un testigo de esas sensaciones únicas y que ahora considero sagradas. Luego apagué la luz y me dejé ir en mis sueños, deseando encontrarme con ellos otra vez.


Castillo de Olsztyn


2. el libro


Al día siguiente, la profesora Nadolna y yo fuimos a caminar. Fue entonces cuando le expliqué la verdadera naturaleza de mi visita.
-Gracias a esos sueños que tuve y a los trabajos posteriores que leí-comencé- llegué a conocer este libro especial. Que parece tratar de ciencias y algunas artes. Desde un comienzo estuve bastante seguro de que no era solamente una parte mi imaginación infantil. Pero luego, supe de un cuento, una historia supuestamente de ficción, que trataba de un libro muy similar. Lamentablemente, cuando quise ubicar a su autor, me enteré de que ya había fallecido, por lo que no tuve la oportunidad de consultarlo sobre lo que pudiese haber descubierto en su lectura. Aun así, pude localizar a su viuda. Ella era una señora muy atareada en aquel momento, en la realización de una fundación. Le escribí una carta y un par de semanas despues, me contestó con un facsímil. Ahí me explicaba del destino ignoto del libro (que sí existía) y me agregó unas copias de lo que su marido había usado para aquel relato. Era, al parecer, lo que yo estaba buscando. Tenía algunos dibujos del trayectorias, anotaciones en polaco y lo que se veía como cálculos de la posición del sol. Gracias a la Colectividad Polaca de mi ciudad, supe que lo escrito ahí eran las observaciones y corroboraciones de lo que poseía el famoso libro.
Fue entonces que comencé a buscarlo: un libro antiguo, que fue usado por Copérnico, que estuvo en un castillo de Polonia y en la Biblioteca Nacional. Luego de un tiempo de investigaciones, encontré esta lugar. Al escribir a la dirección que me dio la embajada polaca, me contestó usted. Bien, ya sabe el resto de la historia.-
-Es muy inusual recibir una carta desde la Biblioteca Nacional de Argentina, preguntando por un libro antiguo, escrito en un alfabeto no latino y con comentarios en polaco.-me dijo la profesora.-inusual e interesante, por supuesto. Además, estábamos con mucha curiosidad por saber como habían localizado este lugar. Un pequeño con visiones estaba entre las últimas posibilidades, créame. Pero la vida es extraña. Cosas como esas suceden, o podrían suceder.
Esa mañana caminamos por las calles de Olsztyn. Hablamos sobre el libro, nuestros estudios en litereatura y por supuesto, sobre Mikolaj Kopernik, como ella lo llama en su idioma original.
-Aun hay algunas partes de su vida que permanecen sin determinar.-me dijo.-Cuando estaba dibujando las líneas en la pared del corredor del castillo, usó algún método que no podemos reproducir. Son líneas que sirven para entender el movimiento real de la tierra alrededor del sol. Por supuesto, ésto indica que es la tierra la que se mueve, no el sol. Nos hemos sentido muy frustrados por esta situación, porque vemos que sus cálculos fueron correctos, pero despues de varios siglos, no encontramos su método. Ahora usted me dice que es posible que haya basado, al menos la idea básica, en un libro antiguo. Entonces, estas partes en blanco podrían tener sentido.-
-Me temo que sólo tengo en mi memoria, algunas imágenes borrosas de ese libro. Es más, las copias que me envió la señora Kodama tampoco son muy claras y mi nivel de compresión en estos temas son muy limitados. Esta señora vió por última vez al libro hace casi treinta años, un poco antes de que su esposo lo dejara en la Biblioteca Nacional.-
-¿Sabe que sucedió con el libro luego de eso?-
-Para serle honesto, la última pista que tengo luego de la Biblioteca, es éste castillo.-
-Le puedo asegurar que conozco cada centímetro del castillo, y jamás ví un libro con estas características. Sería maravilloso poder leer y estudias una pieza tan única.-

Cenamos pierogi en el centro de la ciudad y luego volvimos a pasar la noche en el castillo.
El día siguiente comencé a revisar la biblioteca principal, además de los libros usuales y básicos, encontré algunas copias medievales, Sobre ética, de Teofilatos de Somocata. Miniaturas que el bibliotecario me permitió ver y tocar. El hypothesibus motuum coelestium a se constitutis commentariolus y otros trabajos de Kopernik, que son guardados con el celo que merecen. Además de los mencionados estudios sobre los rayos del sol, tienen otros trabajos manuscritos únicos, realizados en Olsztyn, que permanecen en gran estado de conservación.
Durante los días siguientes, me mostraron varias bibliotecas en la zona de Mazurnia, de la cual Olsztyn es parte. La profesora Nadolna estuvo conmigo la mayor parte del tiempo. Su guía fue fundamental para entender estos lugares. Me dieron la idea de generar un intercambio entre las bibliotecas del área y las de Argentina, a la que accedí con total agrado. Me acercaron una lista de muchos títulos para que podamos comparar en casa y así ofecerles otro listado local de libros raros.

Un día, mientras volvíamos hacia el castillo, nos detuvimos a la entrada de una arcada. Tendría unos venticinco metros, completamente hecha con ladrillos y con un delicado estilo, similar al romano del este.
-Ésta es la “Gran Puerta”-me dijo la profesora-es usual que cuando la gente pasa caminando, pida un deseo. Probablemente todos aquí lo hemos hecho. Algunos de estos deseos son concedidos, otros deberán esperar un poco más.-me dijo con una sonrisa, dando unos pasos atrás.-
Por supuesto que tenía un gran deseo para pedir. Viajé una gran parte del planeta en la búsqueda del libro, tratando de encontrar ese vínculo entre él y Mikolaj. He llegado a comprobar que todo ese mundo que atestigüé en mi niñez eran verdaderos. Si el universo era capaz de hablarnos en esta forma tan misteriosa, quería adentrarme por completo en él. Si es posible asomarse en sus secretos corredores, entonces caminaré por ellos con todo mi ser.
Vi a las personas caminando bajo la Gran Puerta, algunos de ellos me miraban. Ciertamente yo no lucía como un típico polaco, con parte de mi sangre india, mi piel era mucho mas oscura que la de ellos. Sentía sus ojos desde que arribé a esta zona de Europa, pero la mayoría de ellos, sino todos, lo hacían de una manera agradable, acompañados de una sonrisa. Podía deducir que era una curiosidad hija de un auténtico interés y no segregación, como es conocido en otras culturas. También debo decir con gusto, que mi anfitriona siempre mostró en su rostro la mayor simpatía. Algo que no es tan fácil de encontrar.
Y con respecto a mi deseo, es claro, fue sobre el libro. Pero no sólo sobre él.
Al momento de volver al castillo, el sol estaba poniéndose. De alguna manera, todo el escenario a nuestro alrededor tomó un colorido muy particular y me recordó como nunca y por primera vez en mi edad adulta, aquellos días en la bañera de mi casa. Sentí que volvía, por unos preciosos segundos, a esos años en mi Patagonia.
Dentro del castillo, en el corredor principal, nos quedamos observando los dibujos sobre la pared. Tal como los vi en los facsimils, tenía los rayos del sol, con sus distintos grados en cada época del año. A nuestra izquierda, nos miraba la figura a tamaño natural de Kopernik.
-Verá, hay un par de cosas que recuerdo perfectamente sobre él.-le dije-Una vez conversamos. He estado pensando mucho sobre ese hecho. ¿cómo puede ser posible conversar con alguien que yo no existe hace tanto tiempo? Y lo que creo es que, una vez, mientras yo estaba en ese trance, Mikolaj estaba durmiendo y soñando. Yo estaba mirando el espejo desde mi bañera, y él estaba durmiendo en su cama. Tengo esas imágenes muy vívidas aún. Era un desierto blanco, nos rodeaba un cielo negro, lleno de muchas estrellas. Él no se veía como en las pinturas, sus cabellos eran cortos y blancos, con una nariz muy fina y la mirada de un chico. Aun cuando era de noche, toda la tierra a nuestro alrededor estaba iluminada. Cosa que es común en los sueños. Si aún tengo esto en mi memoria es porque, luego de que me dijera algo, no se en que idioma y con una sonrisa en la cara, señaló hacia arriba, en el bóveda negra. Fue entonces que me percaté que ahi, entre los miles de puntos brillanes estaba, flotando en el espacio, La Tierra.
Luego de mis recientes experiencias, comencé a darle otro valor a ese evento. Me pregunto si realmente estuvimos unidos esa noche. Si tal vez nuestra comunicación era no sólo de una vía. Quiero pensar que al menos esa noche, mientras él dormía, pudo ver algo más a través de mí.

Recordé que tenía unos papeles para mostrar a la profesora.
-Esta es una las cartas que usted nos escribió, profesora. Y esto es del libro de visitas de la Biblioteca Nacional. Ahí mantenemos las firmas de todos los que entran.-le enseñé ambas firmas juntas.-No pensé que fuera a firmar con el mismo nombre cuando usted estuvo en Buenos Aires, es algo que me sigue intrigando, no se quiso ocultar en ningún momento. Las dos firmas son idénticas: Sra. S. Nadolna 10 de abril, 1983. Bueno, al menos ahora ya estoy seguro de que usted estuvo ahí, y no queda otra explicación que fue para recuperar el libro. En realidad no presentaría ninguna queja. Creo firmemente que éste es el verdadero lugar donde guardarlo. Tuvimos suerte de tenerlo unos años, incluso no sé como llegó a Argentina. Solamente espero que algún día lo vea editado para poder investigarlo en forma correcta.-le dije con una sonrisa.-
-Bien, no se que decirle. Muchas cosas pudieron suceder. Sólo le puedo decir que respeto mucho su interés, veo que es genuino. Y claro, si alguna vez veo ese libro, tendrá la primer copia Por supuesto, luego de que lo estudiemos como corresponde. Nuestros deberes con el trabajo que elejimos son sagrados para gente como usted o yo. Estoy segura de que me entiende.-me dijo-Esto es tan extraño para mí. Tendré que pensarlo detenidamente. Hoy fue un dia largo y extenuante. Debería ir a dormir ahora....y quería decirle, usted está durmiendo en la misma cama que él usó hace años. Que tenga buenas noches.

Estatua de Copérnico en las cercanías del Castillo (Olsztyn)




3. el diario

A la mañana siguiente me desperté temprano. Debía llamar a Buenos Aires para dar un reporte completo de lo sucedido en esos días. Mis órdenes fueron volver de inmediato. Luego de conversar con ellos, me fui a un restaurante para luego pasar la mañana en la Biblioteca Municipal.
Fui a despedirme de la profesora Nadolna. El sol estaba en algún lugar detrás de las nubes. Todo alrededor se veía en sintonía con mi estado de ánimo. Los árboles estaban anaranjados, el castillo rojo y marrón. Incluso la estatua de Mikolaj se veía decorada con flores. Una alfombra de hojas amarillentas formaban el camino al castillo. Ella estaba en la habitación de la entrada, escribiendo algo en una hoja grande.
- Dzień dobry, profesora.-La saludé.-
- Dzień dobry, pase por favor.-
El papel tenía una inscripción en polaco que decía:
Kopernik, mieszkaniec zamku olsztynskiego 1516 1521
-Este cartel va a estar en la sala de la entrada-me dijo-así los visitantes podrán tender una lectura rápida de algunos datos básicos, del castillo, y de él también.-Me explicó.-Todavía no estoy segura si debería agregar las traducciones en otros idiomas. No tenemos muchos turistas. Madre Rusia prefiere mantenerlos del otro lado de la Cortina.-
-Entonces tiene una buena razón para hacer colocar esas traducciones. Sería muy bueno si puede expresar sus deseos de comunicarse con el mundo.-
-¿Expresarse?¿Deseos? Veo que usted no tiene mucha experiencia en países comunistas.
Miré en el otro lado de la mesa, y ví varios papeles, algunos con las traducciones en polaco, inglés y alemán. Ella seguía mirando su hoja y aunque me vio simuló que no lo hizo. Sus ojos seguían en el papel blanco. Me quedé mirándola. Tenía un mechón de cabellos sobre su cara y con la luz del sol a sus espaldas, ella lucía como un día de verano en un trigal de las pampas. Estoy seguro de que por un momento, el reloj dejó de funcionar. Entonces le dije:
-No hemos tenido gobiernos comunistas, pero de tanto en tanto padecimos algunas interrupciones militares. Es parecido, aunque tengo amigos que no concuerdan con esta visión negativa de los mandatos De Facto. Como sea, hoy hablé con mi jefe, debo volver de inmediato a Buenos Aires. Vine a despedirme y a agradecerle su ayuda. Me voy en el tren de las 13hs a Varsovia. Creo que mi trabajo llegó a su fin. No tiene sentido buscar algo que no aparecerá. Mi Biblioteca no puede seguir pagando una investigación de esta índole, basada en sueños viejos y unos papeles de la Sra. Kodama.-
-Entiendo, mi Castillo también se vuelve impaciente cuando viajo detrás de algún libro.-me dijo mientras caminaba hacia una habitación. Un par de minutos después volvió con su campera y cartera.-Si se tiene que marchar en el tren de las 13hs, debemos salir ahora. Usted todavía no está en condiciones de sobrevivir solo en las calles polacas.-me dijo con una sonrisa.-Sé lo que es andar por un país que no habla nuestra lengua.-
Cuando salíamos, pasamos frente a la estatua y me preguntó:
-¿Qué más recuerda de él? De cuando era pequeño.-Solo entonces me dí cuenta de que ella estaba profundamente interesada y que me creía. Y en ese momento estaba ansiosa de acceder a esos preciosos momentos que tuve.
-Él disfrutaba mucho de pasear en esta zona. Algunas veces venía a caminar solo y a pensar. Una vez lo ví usando una tapado muy pesado, caminando entre copos de nieve grandes que caían sobre él...se lo veía tan felíz. Recuerdo su sonrisa.-
-¿Sabía que algunas personas han dicho que no era Él, sino Ella?-me dijo la profesora.-pero en realidad no creo mucho esas palabrerías.-
-Oo, no, no. No era ella, era él. Sin ninguna duda sobre eso. Por favor no me pregunte como lo sé, pero es así. Créame.-le dije, sin evitar reirme. Subimos al tranvía que nos llevaría a la estación de trenes.
-Navarro.¿Cuando fue la última vez que tuvo estas visiones? Se que empezaron cuando era chico, pero ¿hasta que edad fueron?-
-Bien, no recuerdo cuando fue la última vez, pero yo debí tener unos doce años. Quizás un par de veces más luego. Pero ya no puedo recordar excactamente cuando.-
Un momento después bajamos en la estación. No estoy seguro si estaba desierta o si toda esa magia y tristeza me hizo olvidar por completo de la gente que suele haber en los andenes. Nos quedamos parados mientras empezaban a caer unos copos de nieve sobre nosotros. Entonces ella sacó de su bolso algo envuelto en papel.
-Se había olvidado esto en el Castillo. Es su diario.-
-Dios, muchas gracias. Pensé que lo habia perdido en la calle. Estaba tan angustiado por eso.-Tomé el diario y lo guardé en mi mochila.-Es reconfortante saber que estuvo en el Castillo, al lado de la cama donde él durmió.-
Nos quedamos un momento, mirándonos. Nunca voy a olvidar el azul de sus ojos. El tren a mis espaldas comenzó a moverse. Entonces le dí un abrazo muy fuerte y le dije unas palabras al oído. Ella no respondió. Entre al vagón y busqué un asiento. Cuando miré hacia afuera, ella se había ido. Había pensado que estaría allí, agitando su mano para mí, pero lo que deseamos y lo que sucede, no siempre coinciden. El tren aceleró su marcha hacia la ahora triste y vacía Varsovia.
Esos momentos los tengo tan empañados en mi memoria. Es posible que sea por los años que han pasado o porque estaba llorando. Ya no puedo estar seguro.
Sentí que debía escribir todo eso en mi diario, único lugar para confesarme enteramente. Cuando lo abrí, noté que algo había cambiado. Tenía unas diez páginas escritas y con dibujos. Comencé a revisarlo y ví algunas de las imágenes que recordaba desde mi niñez: el sistema planetario, con los cuatro planetas y otro con once. Un esquema de deformación de la luz, con los grados debido a la gravedad y otro indeterminado. También tenía escrito: “Profesor, esto fue dibujado por él, tal vez simbolicen el sistema solar y nada más o quizás tengan otro signinficado. Todavía no lo sabemos. Algunos astrónomos teorizan que nuestro sistema actual está incompleto, que los errores de cálculo de las órbitas se deben a un par más de planetas que aún no han sido vistos, mas allá de Plutón. Ojalá podamos descifrar estos mensajes, encontrar nuestro hilo de Ariadna en este libro laberíntico. Le transcribí lo que me ha parecido más interesante hasta ahora. Profesor Navarro, por favor, no pierda su tiempo buscándolo, esto es lo más cercano que estará de este libro, acéptelo como un obsequio.”
Esa noche tomé mi avión desde el aeropuerto Chopin hacia Argentina. No importaba que sucediera en el futuro, ya nada se podría comparar a esos días en la tierra de Kopernik.
Aún ahora, que estoy sentado en mi vieja casa de mi Patagonia natal, revisando cada recuerdo que traje de mis viajes, sé que el libro y mis esperanzas se fueron con ella. Pero no puedo pensar en ningún otro mejor lugar para ambos, que el viejo Castillo de Olsztyn.-

viernes, 7 de noviembre de 2008

Zamkowa księga

1.the castle

Its said Łomża has one of the best beer in the central europe. But that’s just a partial truth; one of the most interesting minds I have ever met, saw the first light on the outskirts of town. Professor Nadolna, because that was her name, stays half of her time in Łomża and half in Olsztyn, working in it’s castle. That evening, she went for me at the train station, after my travel from Argentina and offered me to stay at castle. She found me at once. It’s easy to recognize an argentinean in Poland. Even when it was spring, there was some snow in the area. I saw it from the plane when I was landing, like a delicate decoration of those stylish building.
-We don’t use this place to host visitors, but as you are from National Library of Argentina, we thought it would be a good exception. I hope this old place will be comfortable enough for someone from the new world.-said professor Nadolna. She was about one meter, seventy, with not too long blond hair and sky blue eyes. Not as I had supposed before, she had a smile on her face most of time.
-It’s more than an honor for me to stay here, I knew this place from the pictures. I deeply thank you , madame. I never thought I could stay in a castle. For me, this is from fairy tales.- I said, with a bit of politeness and a lot of honesty. We spent that evening walking around the lake and talking about my reasons to travel to Poland and specially, to Olsztyn.
After so many years, I saw with my own eyes some of those half erased images I used to see when I was little. The brown big old castle, the statue of Nicolas Copernicus holding the earth, a quite stream of water (just lately I got to know it was a lake). All these images were in my memory since we had lived in the old house in Patagonia.
When I was less than five years old, I used to take my bath in a room with a big polish metal wall in front of me. I liked playing there, watching that metal mirror.
Can’t remember the excact date but once, after a moment of watching that metal, I began to see some things. If i stayed watching without blinking, the surface of metal came to life, showing colors and figures. Those colored images I saw in there were so natural. I was sure everybody saw the same things when they took their bath. Sometimes I saw people walking on a crowdy street, some others there was a view of the ocean. A dark forest with many wolves or dogs running at my side. A stone city sculpted at the side of a mountain. And sometimes I saw a beautiful castle, with a few trees around. At some moments with green foliage and at some others completely whited by flowers. I saw that castle from many points of view, I even drawed it several times at school. But it was a statue the strongest picture in my mind.
I have been spending most of my time reading at my house library by then. One day, during those endless afternoons I found in a book, the picture of a statue: Nicolas Copernicus, sitting at the park, holding the earth. Just like in those visions of my bath time. I was reading about that, so I found out it was real, not only my imagination. It was built many years in some city on the north of Poland called Olsztyn. That explanation meant little to me then, all I cared was that, what I saw during years was real, those places weren’t just a game in my mind but a perfectly solid and specific one somewhere on earth.
Then I started to read about that man. Everybody knows how important he was in the history, he gave us one of the keys to understand who we are, and where we are. He said some unique things, one of them was the rule of my life: “no matter if all the people in the world disagree with your thoughts, it’s possible that all of them are wrong, and only you are right”. At his case, it was so damn right!
It was in that year, when Copernicus became my personal hero, that I had those mental games in the bath tube in that particular way. I stayed there, floating on my own private ocean, watching the usual images, but more and more, they were getting related to him. I saw Nicolas walking in and out from the castle. I saw him sleeping on a wooden bed. I saw him drawing under the light of some candles, big lines on a wall. His eyes looked the kind of weird that night. And a couple of times, I saw him reading a book. Think it was in secret, cose he seem to be afraid, reading and copying what he was reading, or watching. What I saw on that book wasn’t in my natural spanish, neither was it in polish, as they use most of latin alphabet. It was written in some other strange characters. Of course, all of that was under my attention some years later, when I started to write it down.
About these matters we talked that afternoon with professor Nadolna, as we were walking by one of the lakes. It seemed curious to me at the beginning that she showed no surprise while listening about these visions of my childhood. It took me some time to realise that she also had some strange past and it was her humbleness that didn’t allow her to talk openly. The things we also discussed that day were some important parts of the history of that city. Some of them were funny, some happy and some sad.
That night, Professor Nadolna let me in a giant room somewhere in the castle. I expected to have light of candles, like I had seen in so many movies, but modern times didn’t allow that. Even though, this lamp I got wasn’t enough to light the invisible ceiling.
I took my loyal diary and began to write that day experience. Some affinities were unavoidable. When Shi Huan Ti was on power, he decreted that all previous events would be vanished. History of China started with him with that law. It was on his desire to make that an unwanted past desapaired with this law. In other continent, around years 1350 BC, Amenothep changed his world, in a way we could call democratic or socialist today. He called back the armies which were invading other places, he took off many privilegdes to high classes and offered education to a great part of population. It was a real revolution but obviously brought a large amount of enemies to its creator. After his, not clear death, his name was deleted from almost everywhere. His successor and nephew, Tutankamon, seemed to be very agree with that politic, and that’s how he lived only 18 years, cose old enemies also killed him, before he continued that liberal road.
Hates tried to delete those years. Nevertheless, we knew about his uncle and his era. Some times, we feel such a deep fear, hate or dislike about something or some people, that it’s chosen to forget them. We prefer to not think about that, hoping, in this way, we can make it dissapear from existence. That’s what was the intention of Shi Huan Ti and Horemheb, the new Pharaon. First of them wanted to be the first emperor, so he declared the past behind him had never happened, while the second one ordered to destroy all links to Amenothep, so that the future generations could think he had never lived.
In a similar way, I would rather not to tell all what I learned about those sad years when germans were in these beautiful cities, spreading death and hates.
I chose to let that piece of time in my oblivion. I want to think that they never existed. That the world didn’t lose 60 millions of people just because one country’s idionsyncracy.
Today, when I think about that night at the castle, the first word that comes to me is cold. When I was at bed, I wrote down on my diary these thoughts and let my self go until the next day, willing to dream about them.








2.the book


The next day me and prof. Nadolna took a long walk, during which I intended to explain her the real aim of my visit.
-Thanks to those half dreams I had and the works I read after – I started - I got to know about a special book, including science and art secrets. I had been sure from the beginning that it wasn’t just a creation of my crazy visions but it was later that I heard about the story describing a very similar book. Unfortunately having the story in my hands I got to know that the man who wrote it had misfortune of dying few years ago, so I didn’t have a chance to go and ask him about his discoveries. Though, I was able to find his widow. I wrote to her asking about the story, giving some information, a few information I had. Some weeks later, she replied me with a fax. She was a very busy lady, trying to put up a fundation those days. In her electronic letter, she told me and showed me a copy of the papers her late housband had used. It was, certainly about the book I was looking for, the book which obviously had comments in polish, written some centuries ago. There were no doubts anymore. It was for real. Thanks to Polish Comunity in my home town, I was told it was about astronomy and natural sciences. The study of sun rays, lines coming from sun at different moments of years.
Then, I began to search about all of this: an old and unique book, Kopernik, a castle in Poland. What I found was this place and that’s how I wrote here, you know the rest. You answered my letter.-
-It was very unusual to recieve a letter from Argentina National Library, asking about an old book, not written in the latin alphabet but including polish comments.-told me professor.-Unusual and interesting, of course. Besides, we were curious about how you knew about this place. A kid with visions was among the last possibilities we could have, believe me. But well, life is strange. Things like that happen. Or they could happen at least.-
We walked that morning, at the streets of Olsztyn. Talking about the book, our studies about literature and of course, about Mikolaj Kopernik, how she called Copernicus at their native language.
-There are still, some parts of his life-she told me-that are unclear. When he was making those drawings at the wall of castle, he used a method, moving mirrors so the reflection on the sun beams, projected at the wall, could tell him about the movement of the earth. Unfortunately even after many studies, we still haven’t managed to reproduce those lines, what of course doesn’t undermine their credibility as obviously it is us who had the problem. Now, after I have heard about your incredible visions I dare to say that Copernicus could have taken these ideas from the secret book. Only then these missed areas could be understandable.-
- I am afraid I have just blur images of that book – I replied- What is more, the fax copies I received from Mrs. Kodama are not so clear either and I still have a very faint idea what they mean. This lady saw that book for the last time almost thirty years ago, when her husband left it in the National Library.-
-Do you know what happened to the book after that?-
-To tell the truth the last clue I found was the information about this castle.-
-I can say that I know every centimeter of this castle, and you can be sure, I have never seen such a book. It would be amazing to be able to read something so unique.-

We had a dinner at downtown, then we came back to castle for sleeping.
The day after I was checking castle’s library. I found, besides the usual basic books from libraries, some amazing copies from medieval ages, like the Ethic letters by Teofilatos from Simocata. Miniatures that librarian allowed me to watch and enjoy. The hypothesibus motuum coelestium a se constitutis commentariolus and more writings made by Koperik are the treasures kept in there. Besides the studies of sunbeams at wall, there are some other studies he made at Olsztyn.
Next days, I was shown many important libraries in Mazuria area. Professor Nadolna was with me most of time. Her guide was fundamental to check these
unique places. A trade between their libraries and ours was a great idea they gave me. A full list of possible trading books was given to me and the agreement of creating an argentine list of rare books for them.

We had been walking and continuing our conversation, until she stopped at the entrance of a big gate. The front was made of brick, had more than twenty meters and an elegant style.
-This is the “Upper Gate”-she explained me.-It’s usual that people make a wish when they are walking beneath it. It’s an old custom. We all made our own wishes here, some of them were garanted, some others must wait more, I think.-she told me, with a smile and walked a few steps back.
Of course I had just one possible wish. I traveled half of world searching for this book, trying to find the secret link between it and Mikolaj, to finally believe that those old images weren’t just the product of a childish imagination but the real world talking to me in its mysterious way. And if nature has these secrets corridors, where the impossible can happen, then I want to walk through them.
I watched some people coming and going under the Upper Gate, some of them looked at me. I certainly didn’t look like a typical polish person, with half of the indian blood, my skin and hair was far darker than theirs. I felt those eyes since I had arrived to this country but most of them were followed by smiles, what reassured me that they were not caused by segregation or racism but the simple curiosity. I was enormously glad to discover those clean eyes, which, as I know from my experience, are not easy to find.
But to come to the wish...of course it was about the book, but not only.
By the time we came back to the Castle the sun had already came down and somehow the scenery that surrounded us reminded me of my visions. They came to me brighter than never before at my adult life.
We stopped in the main corridor, lookig at drawings in the wall. It was, like in the facsimil I had, about movements of earth, positions at different moments of year and dates. At the left, a normal sized statue of him, was staring at us.
-Actualy, there are a few things I can clearly remember about Kopernik. – I managed to say to professor Nadolna- One of them is when I talked with him. I’ve been thinking a lot about that day and thinking about how it was possible to talk with someone who was already dead, centuries ago. And I just can figure that, when I was on my lapsus, I found him in his dreams. I want to think that for once, when he was dreaming, we met. Me, on my bath tube and him, sleeping at his wooden bed. It was a white desert, the black night over us, with millions of stars. He didn’t look like in the paintings, his hair was short and white, with a fine nose and the eyes of a kid. Even though it was a night, whole dry ground around us was covered by the light. Something very common at dreams. But if I still have this memory is because, after he told me something, in a language I couldn’t define or remember, with a shinny and smiley face, he pointed the black sky, and then, only then... I saw above us, floating at space, the earth.
After these last days in here, I gave other value to that event. I wonder if maybe, somehow, we were really linked, not in the one way, but maybe he also saw some things through me. I want to believe that maybe that night, in his dreams, he saw the real earth, using my memories. And then, the book and his genious, made the rest.

That night, before I went to my room I called professor Nadolna and show a couple of papers.
-This is one of your letters, that you were so kind of writting to me. This, is a sheet from entrance book at National Library in Buenos Aires. They keep the signatures of every person that enters to the building.- Then I compared both signatures.-I didn’t think you would use your real name when you were in Buenos Aires, but I see you never wanted to camuflage anything.-Her eyes were wide open when she saw both identical writtings.-Mrs. S. Nadolna, april 10th, 1983. Well, now I’m sure about the most important thing for me. You were in our National Library. And I’m convinced that you took that book. I’m not complaining. In fact, I think this is the right place for it. We were lucky to have it in Argentina for so long but it belongs to the castle and should stay here. I hope that one day, - I told her with a smile.- we will see a copy of it at book stores.
-Ok, what can I say? Many things could have happend. I just tell you I respect your interest and if someday I see your beloved book, I’ll send you a copy. But of course, after we studied it deeply, as it deserves. Our duties with the work we chose for living are sacred for some people like you and me. I’m sure you understand. –she told me.- This is all so strange for me. I have to think a lot about it. I better go to sleep now. Good nights, professor Navarro.









3.the diary


That morning I woke up very early. I had to call to Buenos Aires to give a complete report about this week. My orders were to come back as soon as possible. After talking with them I was at restaurant and spent the morning at the City Library.
I went to say goodbye to professor Nadolna. Sun was somewhere behind clouds. Everything around was agree with my mood. Trees were orange, castle was red and brown. Even Mikolaj statue was decorated with wonderful leaves. A yellow-red carpet of sleeping leaves was under my feet when I step inside the castle. She was in a room on the left, writting some sentences on a big white sheet.
-Dzień dobry, professor.- I said-
-Dzień dobry. Come in, please.
The paper had some inscriptions in polish that said:
Kopernik, mieszkaniec zamku olsztynskiego 1516 1521
-This is going to stay at the entrance of castle, so that visitors can have a basic information about him, this castle and the reason he was here.-she explained to me.- I’m still not sure if I should make some translations. We don’t have many visitors from other places. Mother russia would rather to keep us here and foreigners on the other side of courtin.
-Then you have a great reason to do those translations. It would be great if you express your desire of communication with the world.- I replied.
-Express? Desires? I see you dont have any experience on communist countries.
I looked on the other side of the long table, and I saw a few papers, with the same inscriptions, written in polish, english and german. She noticed that, but she pretended she didn’t. Her eyes were still on the big white paper. I just stayed quiet looking at her. She had some blond hair hanging over her face and with the sun light coming from the window behind her, it looked like the golden farms of pampas in summer. Im sure clock stopped ticking for a moment. Then I said:
-We don’t have communist goverments, but from time to time, we have some dictatorships. Think it’s almost the same. Anyway, I have talked with my employers, I must come back today. I came to say goodbye and to thank you I’m leaving at 13hs by the train to Warszawa. I think my job has come to an end. It’s pointless to continue this unreasonable visit. My library will not pay anymore for researches, based just on some old dreams and Mrs. Kodama papers.
-I understand. My Castle also feels very impatient with me when I travel chasing some old book.-she told me and went to the other room. After a couple of minutes she came back with her jacket and handbag.-if you are leaving at 13hs, we should go now. You are still unable to survive alone on the polish streets.- she added, smiling at me.- I know how it is like to walk alone in the foreign country without understanding a single word-
We went out, and passed by the statue. Then she asked me: -What else did you see about him? When you were little?- Just then I realized she really believed me, and now was hungry of some of those moments I was able to observe.
-He fancied these lakes very much. Sometimes he came here at the evening to walk alone and think. I saw him once, wearing heavy clothes, walking among thick snowflakes coming from the sky...he seemed to be so happy. I can remember his smile.-
-Did u know that some people say Kopernik was a woman?- Nadolna added.-but actually I don’t trust these stories too much.-
-Oh, no no. It was He, no doubt about that. Please don’t ask me why. But trust me, it was a man. – I couldn’t help laughing a bit.
-Navarro, when was the last time you saw these images? You always say it was when you were a kid.
-Well, it’s true. Can’t remember excactly the last time. But I could say it was when I was twelve years old or so. Maybe one or two times more later. But I can’t remember what were they about.-
After some walking, we reached the train station. I am not sure now if it was the place that was totally deserted or it was the magic and sadness of the moment that make other people totally disappeared from my memories. We were just standing watching the snowflakes falling on the ground to cover it with a thick white quilt when suddenly she took something out from her handbag.
-You forgot this on the castle. It’s your diary.-
-Oh, that’s great, thank you, I was sure I lost it somewhere.-I took my diary and put it inside my bag.
-It’s good to know it was all this time at castle. I wouldn’t forgive my self if I lose this.
We were standing for some seconds looking at each other. I will never forget the blue of her eyes. The train behind began to move. Then, I gave her a tight hug and said a few words into her ear. She didn’t say anything back. I just went inside train and found a sit. When I looked throught the window, she had already left. I was thinking she would be there, waving her hand for me, but reality and hopes have some diferences. Train started to lead towards big and sad Warszawa.
I got those moments so blur on my mind. Maybe because of the time they happened or perhaps because I was crying, now I can’t tell for sure.
I felt like writting that down that on my diary, so I opened it. Then I noticed it had some pages written in the middle. There were ten pages of hadwrittings and drawings. I was checking them when I saw what I had wanted to see all my life: the planetary system, but instead of the typical four planets we normally see at his drawings, there were eleven planets. This was written by Professor: “it was drawn by him. Maybe they symbolize something else besides our known planets, or maybe he knew something else we still dont know. Some astronomers theorize that our knowledge about solar system is stil uncomplete. Those calculations are still unclear. It’s possible that we still haven’t found one or two more planets after Pluto. If he was able to read this information from this labyrintic book, we’ll know it in the future. I transcripted and copied just some of the polish writing he left, because the rest is impossible to understand, at least so far. Professor Navarro, please, don’t lose your time searching anymore, this is the closest you will ever be to the book. Accept it as a gift.”
That night I took my plane from Chopin Airport to the now boring and predictible Buenos Aires. It doesn’t matter what I could do or find in the future, nothing would be better than those days at Mikolaj land.
Even now, that I have Corrientes street in front of me, which is always busy with people, I know that the book and my last hopes went with her. But I can’t think about any better place for them, than the old Olsztyn Castle.-





October 2008, Comodoro Rivadavia and Olsztyn